En contacto con iniciativas de comunión y solidaridad como respuesta a las desigualdades sociales
de Ana Cassiópia y Rodrigo Apolinário
Tener la oportunidad de acercarse a la "práctica" de la Economía de Comunión: esta es la experiencia que los participantes en la Escuela Interamericana EdC, que se está desarrollando en la Mariápolis Ginetta, han podido vivir en la tercera jornada de escuela, el miércoles 28 de octubre de 2015. A lo largo del día, de hecho, se ha recorrido la historia del Polo EdC Spartaco, se ha visitado y, finalmente, se han conocido la ciudad de São Paulo y sus desigualdades socioeconómicas.
El programa de la mañana se ha iniciado con la proyección de un documental que describía las motivaciones y las dificultades ligadas a la adquisición del terreno y a la construcción del Polo Spartaco, ubicado en el municipio de Cotia, a unos cuatro kilómetros de la Mariápolis Ginetta.
A continuación, empresarios EdC "antiguos" y nuevos, han compartido vivencias en su trabajo de cada día en el ámbito del Polo. Inmediatamente después, todos los participantes en la escuela, divididos en grupos, han podido conocer las estructuras existentes, interactuar con empleados y administradores, hacer preguntas... “Ha sido excepcional ver de cerca este nuevo modo de relacionarse en el seno del mundo laboral. He captado la convicción con la que han acogido la economía de comunión y cómo sienten que esta nueva cultura es parte de sí”. Ha manifestado "en caliente" el ingeniero brasileño Luciano Muller de Cornélio Procópio, Paraná.
Segunda etapa: São Paulo. El grupo ha recorrido la Avenida Paulista, uno de los puntos de mayor concentración económica de brasil, el gran Parque de Ibirapuera, y se han detenido, en un contexto bien diferente, en la periferia de la metrópolis, el barrio de Pedreira, donde la ONG Afago, lleva un año comprometida en actividades educativas y socio culturales para niños y adolescentes. Una iniciativa que surgió en los años 70 de los jóvenes del Movimiento de los Focolares como respuesta a una llamada de Chiara Lubich en favor de los más desfavorecidos, conocida comúnmente como ”Morir por la propia gente”
El coro de niños que ha recibido al grupo en Pedreira ha emocionado a todos. El momento de interacción y diálogo con los responsables, colaboradores y los mismos niños y adolescentes de la ONG ha resultado muy intenso y ha permitido conocer la historia y las experiencias de los que vuelven como voluntarios, más allá del compromiso, junto a la comunidad del barrio, a trabajar por la construcción o reforma de las casas de familias necesitadas.
“Hemos experimentado cómo el amor puede transformar la realidad social de una comunidad a partir de acciones solidarias concretas. Me ha impresionado mucho lo felices que son los niños cuando reciben visitas y se dan cuenta de que tienen algo que dar”, ha indicado Juan Pablo Bueno, de Puebla (México). Un día, a decir de todos, particularmente enriquecedor y, para muchos, “una inyección” de esperanza.