Panel
3 "Aspectos institucionales y dimensión cultural", 28 de mayo de 2011.
Reproducimos la intervención íntegra de Alejandra Marinovic, Chile
La experiencia del taller de investigación sobre Economía de Comunión
pori Alejandra Marinovic
En los días 26, 27 y 28 de mayo hemos estado realizando un taller de discusión científica titulado “Economía de Comunión: hacia una nueva cultura económica”. Unos 30 estudiosos de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica hemos discutido sobre las investigaciones recientes que estamos realizando. Algunas fotos de nuestras sesiones están en la pantalla. La discusión se organizó en torno a 3 grandes tópicos: especificidades de la Economía de Comunión (EdeC) y cómo se compara con otras iniciativas, governance y organización de las empresas EdeC, y una tercera sesión sobre contexto, valores y cultura.
Se han estado presentando un total de 18 trabajos, principalmente en las áreas de economía y administración, que han incluido análisis teóricos, estudios de campo (con métodos cualitativos y cuantitativos), y discusiones sobre prácticas y motivaciones.
Uno de los objetivos primordiales del Taller es promover el diálogo y la
posibilidad de confrontar, de revisar colectivamente, las propuestas y
avances. Para ello, el comité científico, compuesto por 4 académicos
(2 de Italia, 1 alemán y una chilena) escogió un formato en 3 etapas.
Primero se dieron presentaciones cortas de los trabajos, luego se
desarrolló una discusión abierta y más dirigida a aclaraciones y
sugerencias, con un café en la mano y con paneles de apoyo visual; y por
último se realizó una discusión general, con las sillas puestas en
redondo para poder vernos y generar un clima más familiar.
¿Por qué es importante realizar esta iniciativa?
Algo muy característico de la EdeC es que los empresarios han ido
adelante sin esperar a la teoría económica o de negocios. Este
testimonio genera cuestionamientos e innovaciones en el ámbito de las
ciencias sociales. Asimismo, la teoría económica ha empezado a dar más
espacio a discusiones que involucran los términos de gratuidad,
fraternidad y reciprocidad. Existen grupos de académicos que están
abordando estos temas de manera sistemática, en diversos ámbitos. La
discusión es una parte fundamental del trabajo científico, y por ello se
requiere de estas iniciativas. Junto con ello, esta labor puede también
aportar a la difusión de la EdeC y su cultura, al diálogo con las
autoridades académicas y civiles, y al diseño de políticas públicas que
den sustento a las propuestas como la EdeC.
Pero nuestro trabajo
no ha sido sólo abordar los avances de la agenda de investigación. Hemos
buscado hacer una experiencia de fraternidad. No debemos perder de
vista cuál es el objeto de estudio. Lo que queremos descubrir es la
verdad, la sabiduría. Someter las ideas propias al diálogo abierto,
desapegado, hace que el resultado sea un destilado, que no se habría
logrado sin este espacio colegiado. Pero ello sólo funciona si se
cumplen ciertas condiciones; no tendremos estos “ojos nuevos” que decía
Sor Alejandra Smerilli, si no se cumplen estas condiciones. La primera
es saber escuchar, sin ideas preconcebidas, olvidando nuestras ideas y
perspectivas. También se requiere dar las propias ideas gratuitamente en
este crisol de diálogo. Es común en el mundo académico que las personas
guardan las ideas para desarrollarlas después solos. En tercer lugar,
se requiere ser inclusivo: todos pueden colaborar a dar ideas: quien con
la técnica o la experiencia, quien con una perspectiva nueva. Por lo
tanto, es realizar investigación en comunión, viviendo la cultura del
dar.
Les puedo asegurar que esta experiencia ha sido muy hermosa.
La participación de los jóvenes ha sido significativa, tanto en las
presentaciones como en el diálogo, con preguntas, comentarios y
sugerencias.
¿Qué conclusiones podemos obtener de este Taller?
Hemos podido dar una mirada general a los temas que se están
desarrollando y nos hemos podido conocer mejor en una ocasión de
fraternidad. Los estudiosos han ido trazando, descubriendo, lo que la
EdeC es lo que no es.
Ha surgido como un punto importante
continuar valorizando una característica fundamental de la EdeC que es
la viva relación entre teoría y práctica. Conocer en terreno lo que está
ocurriendo nos resulta esencial; y esto conlleva un compromiso de ambas
partes. Por un lado el compromiso de los estudiosos para buscar yendo a
la vida concreta; y a los empresarios y sus empresas, y a las
organizaciones relacionadas con la distribución de las utilidades, les
pedimos paciencia.
Otra conclusión es que debemos estar
conscientes de que tenemos en las manos un proyecto de Dios, que irá
adelante. Esto nos llama a avanzar poniendo pasos sólidos; pasos sobre
los cuales otros puedan continuar con una fuerte base científica. Saber
que es una obra de Dios, también nos llama a tener enfoques
multidisciplinarios y a buscar lenguajes de diálogo con otras
disciplinas y perspectivas.
No es una tarea fácil, pero la
experiencia de fraternidad vivida aquí nos llena de esperanza de que
juntos podremos dar también una contribución al desarrollo de la EdeC,
tal que permee, penetre desde todos los ángulos y todas las ciencias,
hasta que veamos que el mundo vive una cultura nueva.